miércoles, 25 de noviembre de 2015

La pobreza en relación al género

La pobreza no afecta de igual manera a los integrantes de una comunidad, en general la situación de las mujeres y de los niñas es peor.
Hay mucha relación entre la desigualdad de género y la pobreza ya que en el mundo hay más de un billon de mujeres en estado de pobreza.
Esta realidad ocurre en sociedades y culturas con tradición patriarcal muy arraigada, con costumbres antiguas que no favorecen el desarrollo e integración social de las mujeres, ya que tienen un papel secundario como en varios países de África y Asia, países Arabes y algunos latinoamericanos como Guatemala y México.
Es mas difícil para las mujeres conseguir trabajo, pero además es común que reciban un salario menor al de un hombre por la misma tarea, tienen menores beneficios y condiciones mas precarias.
Para las mujeres es mas complicado acceder a la educación secundaria y universitaria asi como a capacitación técnica, igual que al crédito o acceder a una propiedad o tierra.
Existen todavia muchas trabas para las mujeres, en particular viudas, divorciadas y jefas de hogar, mujeres infectadas con SIDA, etc es muy difícil estar en estas situaciones porque muchas comunidades las marginan y las sumergen en la pobreza ya que no le ofrecen herramientas para poder autosustentarse ellas ni a su familia.
Las mujeres son capaces de desarrollarse económicamente y de mantener una familia pero necesita de un trato igualitario en la sociedad para poder acceder a los mismos beneficios que los hombres pueden tener.
A nivel gubernamental e institucional se reconocen los derechos de las mujeres y niñas pero en la realidad esto no se observa tan claramente en las comunidades sino no habría tantas mujeres en la pobreza, sin educación, explotadas en trabajos mal remunerados o esclavos, sin acceso a la salud o a decidir sobre su capacidad reproductiva, entre otras situaciones que padecen.
Se requieren más políticas para lograr la equidad social entre todos los miembros de la sociedad si se quiere erradicar la pobreza, brindarles a todos instrumentos para que puedan desarrollar sus capacidades y habilidades, logrando que todos esten incluidos dentro del sistema económico y social sin ningún tipo de discriminación.

Diferentes trabas y ''problemas'' por los que atraviesan las mujeres ,con relación a la pobreza de género:

  1. Las mujeres cargan con el mayor peso del trabajo doméstico no remunerado, que no tiene un valor de mercado y, por ello, no reporta los beneficios económicos y sociales que el trabajo remunerado sí conlleva. Esta carga limita su acceso al mercado laboral y a la independencia económica
  2. . El acceso, uso y control de los recursos productivos, incluidos la tierra, el crédito y la asistencia técnica, siguen estando muy condicionados por la persistencia de patrones discriminatorios en contra de las mujeres.
  3.  Las mujeres enfrentan barreras específicas para acceder al mercado laboral, entre las que se encuentran de manera especial las responsabilidades familiares, los prejuicios sociales y las prácticas discriminatorias por parte de empleadores/as. 
  4. Las pautas de segmentación laboral concentran a las mujeres en un número muy reducido de oficios considerados femeninos y, precisamente por ello, poco valorados, mal remunerados y desprotegidos en términos de seguridad y previsión social.
 Las mujeres están sub-representadas en los espacios de toma de decisión, lo que conlleva la exclusión de sus necesidades específicas de las agendas políticas y económicas.

Porcentaje de hogares encabezados por mujeres en cada estrato de pobreza 1997
 
Total hogares
Indigentes
Pobres no indigentes
No pobres
Argentina
26
32
24
26
Brasil (1996)
24
24
22
24
Chile (1996)
23
29
22
23
Colombia
27
32
28
25
Costa Rica
27
51
36
24
El Salvador
30
36
33
28
Honduras
29
32
28
28
México (1996)
18
17
15
19
Nicaragua
37
41
36
33
Panamá
28
37
29
26
República Dominicana
31
50
31
29
Venezuela
26
28
29
24
  

                                   Las mujeres sufren mayores tasas de :

 Desempleo 

En Colombia, la tasa de desempleo femenina es del 14.9%, frente al 8.9% entre los hombres. Esta situación es especialmente grave en el caso de las mujeres jóvenes.

 Segregación laboral

La incorporación laboral de las mujeres –y de los hombres- está fuertemente determinada por la segmentación por sexo del mercado de trabajo. Las mujeres están restringidas a un número reducido de ocupaciones consideradas típicamente femeninas (segregación horizontal) y se emplean en las posiciones de menor jerarquía y status (segregación vertical). En virtud de estas dos formas de segregación, las mujeres acaban ocupando los empleos más precarios y peor remunerados, así como en los que perpetúan los estereotipos de género. En Colombia, resulta significativo que las dos únicas posiciones ocupacionales claramente asignadas al sexo se encuentren en los dos extremos de la jerarquía social: en el extremo más precario, la posición “Empleado doméstico” es femenina en más del 94%, mientras que en el otro extremo, la de “patrón e empleador” es masculina en más del 77%13 .

 Brecha salarial 

En todos los países del mundo, incluido Colombia, las mujeres reciben un ingreso laboral promedio inferior al de los hombres y la brecha es especialmente acentuada en los niveles de mayor cualificación. Esta brecha es consecuencia de una triple discriminación: las mujeres se concentran en trabajos de menor cualificación, presentan una mayor inserción en el mercado informal y son sujetas de discriminación. En Colombia, en el año 2004 los hombres asalariados ganaban en promedio el 14.28% más que las mujeres asalariadas. Esta diferencia es aún más patente en el caso del trabajo por cuenta propia, en el cual las mujeres perciben en promedio la mitad de ingresos que los hombres en esta categoría ocupacional .

 Mayor precariedad 

Las reformas económicas implementadas en las dos últimas décadas dirigidas a la apertura comercial y la flexibilidad laboral han venido acompañadas de una precarización del empleo formal. Al mismo tiempo, la incapacidad de los mercados para generar empleos suficientes ha llevado a muchas personas a crear su propia fuente de ingresos mediante el trabajo independiente. Es en este mercado laboral desprotegido donde se han insertado mayoritariamente las mujeres. En Colombia, el 34.7% de las mujeres ocupadas (y el 37.4% de los hombres) son trabajadoras por cuenta propia, mientras que el 6.1% de ellas son trabajadoras familiares sin remuneración.






Webgrafía:
http://www.pobrezamundial.com/la-pobreza-y-la-desigualdad-de-genero/
http://www.pnud.org.co/img_upload/196a010e5069f0db02ea92181c5b8aec/nota%20genero%20y%20pobreza.pdf
http://www.ilo.org/public//spanish/region/ampro/cinterfor/temas/gender/doc/cinter/equidad/cap1/x/index.htm

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